ORACIÓN A SAN JOSÉ
Salve, custodio del Redentor y esposo de la Virgen María.
A ti, Dios confió a su Hijo, en ti, María depositó su confianza, contigo Cristo
se forjó como hombre.
Concédenos gracia, misericordia y valentía, y defiéndenos de todo mal.
Oh, bienaventurado José, muéstrate Padre también a nosotros y guíanos en
el camino de la vida.
Amén.
QUE NO ME OLVIDE DE DARTE LAS
GRACIAS SEÑOR
QUE NO ME OLVIDE, SEÑOR de darte las gracias por lo mucho que me das y de esperar, cuando tardas en llegar.
QUE NO ME OLVIDE,
SEÑOR de darte las gracias por los detalles insignificantes
por los dones que,
de tantas personas, recibo sin saberlo por las sonrisas que, por la calle, se
me regalan por los rostros que no me son indiferentes.
QUE NO ME OLVIDE, SEÑOR de ver tu
mano allá donde sólo veo el mundo de abrir mi corazón a tu presencia, de tener mis
ojos despiertos a tu paso de abrir mis manos a quien lo necesita.
QUE NO ME OLVIDE, SEÑOR de cultivar
la gratitud cuando tanto se me da, de decir “gracias” por pequeñas o grandes
cosas de agradecer la fe como don y como tarea, de pedir cuanto necesite, aunque
no sea a la hora que yo lo espere.
QUE NO ME OLVIDE, SEÑOR de cuidar el
corazón, con la vitamina de la gratitud, de fortalecer mi fe, con el arma de la
oración, de robustecer mi alma, con savia de la caridad, de curar mi espíritu,
con mi confianza en Ti.
Amén.
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